¡Hola una vez más!
Hacía mucho que quería hablar de este tema en cuestión la verdad. Un ordenador, ya sea portatil, uno compacto o slim, o una enorme torre de sobremesa, desde el primer momento que lo encendemos, empieza a aspirar el polvo de su alrededor como si tuviese algún tipo de sentimiento de aspiradora.
Como la gran mayoría sabrá todo ordenador tiene, por lo menos, un ventilador. Esto es completamente necesario dado que sin él el PC se calentaría muchísimo hasta chamuscarse a él mismo por dentro, por lo que el ventilador le aporta aire del exterior al ordenador para refrigerarlo y evitar temperaturas excesivamente altas y dañinas para su hardware, sin embargo tiene su lado negativo e inevitable: introduce polvo en el interior.
El tema en cuestión es simple: cuantos más ventiladores tenga nuestra máquina más sana y fresquita estará, sin embargo también tendrá más entradas de polvo. Pocos ordenadores han muerto por exceso de polvo, de hecho, yo nunca he visto ninguno (y mira que los he visto sucios), sin embargo el polvo es dañino pues en muchos casos afecta a la velocidad y movimiento del ventilador, y sabiendo esto, lo más recomendable es abrir nuestra máquina de forma periódica y limpiarla con cuidado. Yo intento hacerlo en cada cambio de estación, sin embargo recomendaría hacerlo por lo menos un par de veces al año.
Para todo aquel que nunca lo ha hecho la simple idea de abrir un ordenador puede llegar a aterrarle. Lo se, todos los que lo hemos hecho hemos estado al menos una vez en ese lado también, sin embargo el procedimiento es muchísimo más sencillo de lo que parece, y si se hace bien, no hay porque tener esos típicos de miedos como "¿Y si lo rompo?".
Mi intención hoy es daros unos consejos básicos y claves para mantener una buena limpieza en nuestro ordenador, y así mejorar su rendimiento. Os aconsejo leer inicialmente todo el post antes de proceder a llevar a cabo la limpieza.
miércoles, 5 de octubre de 2016
